Marco teórico TFG TFM: cómo redactar con ejemplos prácticos
El marco teórico es una de las secciones más importantes de cualquier Trabajo de Fin de Grado (TFG), Trabajo de Fin de Máster (TFM) o tesis. Su función principal es proporcionar el contexto conceptual y científico del estudio. Esta sección permite al lector entender por qué se plantea el problema. También qué se sabe hasta el momento y cómo la investigación se relaciona con el conocimiento existente. Redactar un buen marco teórico requiere planificación, análisis crítico y capacidad de síntesis. En este artículo ofrecemos recomendaciones prácticas para redactarlo. Incluimos ejemplos concretos y una guía paso a paso.
Qué es el marco teórico y su importancia en TFG y TFM
El marco teórico es el resultado de la revisión bibliográfica sobre el tema de estudio. A través del marco teórico se construye la base argumentativa del trabajo. En él se definen los conceptos principales, se exploran teorías relevantes y se presentan los hallazgos de investigaciones previas. No solo busca demostrar que se ha leído sobre el tema. También establece el punto de partida del nuevo estudio y justifica su pertinencia.
Un marco teórico sólido permite al investigador demostrar que comprende el problema y conoce las principales posturas existentes. También muestra que su trabajo no surge del vacío, sino que se articula con estudios anteriores. Además, ayuda a delimitar el enfoque del proyecto. También permite identificar vacíos en el conocimiento y sustentar los objetivos, hipótesis y metodología propuestas.
Cómo iniciar la redacción del marco teórico para TFG y TFM
Antes de comenzar a escribir, es necesario realizar una búsqueda bibliográfica exhaustiva. Esto implica consultar libros académicos, artículos científicos, informes y tesis previas. También cualquier fuente confiable que aporte información actual y relevante sobre el tema. Una buena práctica es usar bases de datos académicas como Scopus, Google Scholar, Dialnet, Redalyc o PubMed, según el área de estudio.
Es importante organizar las fuentes en función de su contenido y su relevancia. Se pueden clasificar por autor, enfoque teórico, año de publicación, país de origen o metodología empleada. Esta sistematización facilita construir un relato coherente en el marco teórico. Además, evita repeticiones y desorden en la redacción.
Estructura recomendada del marco teórico en trabajos académicos (TFG, TFM)
No hay una única forma de estructurar el marco teórico. Su estructura puede variar según el enfoque del estudio y el estilo de cada universidad. Sin embargo, una estructura comúnmente aceptada incluye las siguientes partes:

Diagrama con las partes clave del marco teórico: introducción, conceptos, teorías, antecedentes y justificación.
Consejos prácticos para una redacción eficaz
Uno de los errores más comunes es copiar y pegar fragmentos de otros autores sin integrarlos de forma lógica.
Un buen marco teórico requiere capacidad de análisis y síntesis. No basta con presentar información: hay que organizarla, interpretarla y conectarla con el objetivo de investigación.
Es recomendable usar conectores lógicos que ayuden a estructurar el texto. Frases como “según diversos autores”, “sin embargo”, “a diferencia de”, “de acuerdo con”, “en consecuencia”, “en este sentido” o “a partir de lo anterior” permiten crear un discurso fluido y argumentativo.
También se debe cuidar el estilo académico. Esto implica utilizar un lenguaje claro, preciso y formal. Evitar opiniones personales no fundamentadas. Citar adecuadamente todas las fuentes. Y respetar las normas de estilo que exige la institución (por ejemplo, APA, Vancouver o MLA).
Otro aspecto clave es la actualización de las fuentes. En investigaciones científicas o sociales se recomienda usar estudios recientes, de los últimos cinco o diez años. Salvo que se trate de teorías clásicas. El uso de referencias actuales demuestra que el investigador conoce los debates más recientes y las nuevas líneas de estudio.
Ejemplo práctico de un marco teórico para TFG y TFM
A continuación, presentamos un ejemplo breve y adaptado de un fragmento de marco teórico sobre el burnout en profesionales sanitarios.
El síndrome de burnout, o desgaste profesional, ha sido ampliamente estudiado en contextos sanitarios. Se debe a su alta prevalencia. También a las consecuencias negativas para los trabajadores y la calidad de los servicios ofrecidos (Maslach y Leiter, 2016). Este síndrome se caracteriza por tres dimensiones principales: agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal en el trabajo. Diversos estudios han señalado que los factores organizativos, como la sobrecarga laboral, la falta de autonomía y el escaso reconocimiento, contribuyen significativamente al desarrollo del burnout (López-Cabarcos et al., 2022; Salanova et al., 2018). Además, se ha observado que las estrategias de afrontamiento individuales, así como el apoyo social percibido, pueden actuar como factores protectores (Ruiz-González y Martín-Brufau, 2021).
En este fragmento se puede observar cómo se combinan definiciones, teorías, antecedentes empíricos y referencias actualizadas, todo ello orientado a contextualizar el fenómeno que se va a estudiar.
Errores frecuentes en la redacción del marco teórico académico
Entre los errores más frecuentes se encuentra el exceso de citas sin análisis propio, la falta de organización temática, el uso de fuentes no académicas o desactualizadas, y la omisión de antecedentes relevantes. También es habitual que los estudiantes incluyan información irrelevante que no se relaciona directamente con el objetivo del estudio.
Otro error común es repetir contenido que ya se ha mencionado en la introducción o que se desarrollará más adelante en el trabajo. El marco teórico no debe ser un espacio para presentar resultados ni para detallar la metodología; su función es teórica y justificativa.
Es importante además no confundir el marco teórico con la revisión sistemática. Mientras que la revisión sistemática tiene un carácter más exhaustivo y sigue criterios metodológicos específicos, el marco teórico tiene un enfoque más narrativo y selectivo, centrado en aquellos estudios y conceptos que son relevantes para la investigación propuesta.
Recomendaciones finales para un marco teórico sólido en TFG y TFM
Redactar un buen marco teórico lleva tiempo, requiere constancia y una actitud crítica frente a las fuentes consultadas. No se trata de acumular información, sino de construir una base sólida que permita justificar cada decisión del proyecto de investigación. Un marco teórico bien elaborado no solo fortalece la validez del TFG, TFM o tesis, sino que también refleja la madurez académica del autor.
Es aconsejable comenzar su elaboración tan pronto como se tenga definido el tema y el problema de investigación. Además, resulta útil someter el marco teórico a revisión por parte del tutor o tutora, para asegurar su coherencia, pertinencia y claridad.
Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Redacciones Académicas podemos ayudarte a redactar tu marco teórico de forma rigurosa y personalizada. Contamos con especialistas en distintas áreas del conocimiento que pueden acompañarte desde la revisión de fuentes hasta la redacción final, adaptándonos a los requisitos de tu universidad y asegurando un trabajo original, coherente y bien fundamentado.
¿Necesitas ayuda con algún proyecto? ¡Hablemos!
Cuéntanos todos los detalles de tu proyecto o trabajo universitario y nos pondremos en contacto contigo pronto para hablar sobre cómo podemos ayudarte.